Liderar con inteligencia emocional

Por: Paulina Álvarez, profesional de las RP 

Un líder pierde la capacidad de serlo, cuando deja de reconocer que su trabajo involucra a otros seres humanos. Hace algunos años el liderazgo empresarial se caracterizaba por tener un enfoque más autoritario y jerárquico, enfocado en el control y toma de decisiones unilaterales. Hoy en día, el liderazgo requiere de otras cualidades más humanitarias como la resiliencia, la integridad, la empatía y la compasión. 

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Imagen: Pixabay


De acuerdo con el estudio “El gran desgaste: Renuncia en México” elaborado por OCC Mundial, DGV Group y Grupo Azimuth, el mal liderazgo y la falta de reconocimiento lideran el top de razones de renuncia según los reclutadores, incluso por encima de una mala remuneración. 
Las cifras son alarmantes. El INEGI señala que se registran 12 renuncias cada hora en nuestro país por acoso laboral y discriminación, y además reporta que las salidas voluntarias por conflictos con jefes aumentaron 33% en un año. Según la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo), alrededor de 60,873 personas dejaron su empleo el año pasado por conflictos con superiores.

No hay sueldo ni salario que compre la paz 

No hay remuneración económica que sea suficiente para mantener a un empleado trabajando en una empresa carente de liderazgo humanitario. Es evidente que hoy en día los empleados están mostrando la necesidad apremiante de presenciar una transformación significativa en el estilo de liderazgo de las organizaciones. 

Hoy en día, los empleados rechazan la falta de reconocimiento, no ser escuchados, la desigualdad de oportunidades, el abuso de poder y por supuesto el hostigamiento. Por el contrario, buscan un ambiente libre de estrés, frustración, desgaste y desconfianza. Piden respeto mutuo, igualdad, paz y equilibrio. Piden un líder compasivo. 

La compasión refleja la capacidad única de los seres humanos para mostrar empatía, generando un impulso por ayudar, consolar y apoyar; es decir, generar un ambiente laboral más armónico e inspirador, con equipos de trabajo más sólidos, más duraderos y en complicidad absoluta por el cumplimiento de metas y objetivos. 

Liderazgo humanitario por el bien de la organización

Liderar de ser humano a ser humano, se vuelve algo complejo cuando una de las partes carece de consciencia básica alrededor del manejo de emociones y del valor de la individualidad. Desde mi perspectiva, si bien los verdaderos líderes tienen un talento innato, existen capacidades y cualidades que se pueden trabajar de manera voluntaria a través de la práctica consciente y constante. 

a.    Comunicación: El liderazgo humanitario invita a la retroalimentación y escucha activas no solo de manera jerárquica, sino de manera constante y abierta entre todos los puestos de la organización. Esto promueve la confianza entre los involucrados y da como resultado que se sientan más valorados y motivados.  
b.    Empatía: Esta capacidad no implica estar de acuerdo con las decisiones, acciones o sentimientos de otra persona, sino más bien entender y respetar una visión ajena. Esto permite cultivar el respeto hacia los demás y fomentar el desarrollo de relaciones más sólidas y apoyo mutuo.

Un mejor trabajo con menos competencia y más equipo. 

c.    Adaptabilidad: La capacidad de ajustarse a cambios y situaciones impredecibles sin perder de vista el objetivo. Esto incluye la apertura hacia distintos métodos, estilos y formas de trabajo, así como considerar aquellas preferencias que a cada miembro del equipo le hagan más sentido en la búsqueda individual de equilibrio entre la vida personal y la vida laboral. 
d.    Resiliencia: Liderar en tiempos de tensión o involucrando la toma de decisiones difíciles, requiere de la capacidad de recuperarse de manera rápida y efectiva. Esto se puede lograr manteniendo una mente positiva, teniendo flexibilidad y creatividad en la resolución de problemas y transformando el problema en un aprendizaje. 
e.    Lealtad: Además del compromiso y fidelidad hacia la organización, un líder humanitario debe de estar comprometido con un propósito de vida. A través del trabajo diario se puede influir en cada ser humano, por lo que esta puede ser una oportunidad extraordinaria para transformar de manera positiva no solo organizaciones completas, sino grupos de personas en la búsqueda de una sociedad más productiva y equitativa. 
f.    Integridad. Se refiere a la cualidad de actuar de forma honesta, ética y responsable con respecto a las decisiones empresariales. Esto significa no solo seguir una cultura organizacional sino adoptar estándares éticos más elevados a través de un trato justo e igualitario, confidencialidad y cumplimiento de acuerdos y compromisos.

El liderazgo humanitario requiere coherencia, inspiración y un trabajo emocional constante. Si bien existen empresas que incluyen como parte de su cultura global la importancia de un trato justo y equitativo, son éstas quienes tienen hoy el mayor de los retos, buscar el cumplimiento de metas y objetivos organizacionales, a la par de la atención a sus empleados como seres humanos. 
 

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Revista NEO 297

 


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