La Peni: el ecosistema interactivo digital que reconfigura Mérida
En el corazón de la ciudad de Mérida, Yucatán, se encuentra un edificio que ha sido testigo de siglos de historia y transformación. La Ex-Penitenciaría Juárez, un inmueble que data de la época porfiriana que ha sido reconfigurado de una forma única y emocionante, dando lugar a una experiencia interactiva sin igual para residentes y visitantes.
El concepto de transformar este edificio histórico, junto con el Parque de La Paz, en un ecosistema interactivo digital no surgió de la nada. Fue el resultado de la visión del alcalde Bernardo Rodríguez, quien deseaba reactivar la vida en este parque. Con el respaldo del productor de teatro y televisión Jorge Contreras, se formó un equipo liderado por el diseñador multimedia, y director de SieteMedia, Roberto López, quienes a base de arduo trabajo convirtieron esta visión en una realidad palpable.
La tarea de intervenir el espacio implicó un cuidadoso equilibrio entre la preservación del patrimonio arquitectónico y la introducción de innovaciones tecnológicas. La fachada fue meticulosamente remodelada, al igual que el parque adyacente, que se transformó en un oasis urbano para la comunidad.
Al acercarse a “La Peni” los visitantes son recibidos por experiencias multimedia sensorialmente estimulantes entre las que destacan:
- Videomapping. Con proyecciones visuales dinámicas que transforman la fachada del edificio en una pantalla gigante e iluminan hasta el más lejano centímetro de esta.
- Fuentes Interactivas. Elementos acuáticos, combinados con sensores de iluminación, que responden a la interacción del público a través de cámaras que detectan el movimiento de las manos.
- Sonido mezclado con Inteligencia Artificial. Experiencias sonoras, que van desde música hasta sonidos de la naturaleza, inmersivas generadas mediante tecnología inteligente.
- Gráficos generados con IA. Creaciones visuales generadas de forma dinámica por algoritmos.
- Aplicaciones Web Interactivas. Herramientas digitales que permiten al público interactuar con la fachada del edificio a través de sus dispositivos móviles y sirven para proyectar la cara de los visitantes que cuenten con smartphones o interactuar a través de estelas que generan lluvias de estrellas o la aparición de animales originarios del sureste de mexicano.
Cabe señalar que también cuentan con una sección en la que es posible apreciar a, al menos, 40 personajes ilustres de la vida de Mérida.
Lo más notable de esta experiencia es su carácter participativo. Los visitantes no son simples espectadores, sino que se convierten en parte integral de la experiencia. Desde escanear códigos QR hasta tomarse fotos para las proyecciones. La interacción con la tecnología se presenta de manera accesible y emocionante para personas de todas las edades.
Es importante destacar que la respuesta de la comunidad ha sido abrumadoramente positiva. Lo que una vez fue un espacio descuidado ahora es un punto de encuentro vibrante y seguro para familias y amigos. La Ex-Penitenciaría Juárez se ha convertido en un símbolo de revitalización urbana y orgullo local, atrayendo a residentes y turistas por igual.
Si bien este proyecto no es único en México, pues han existido proyectos similares por separado. Es decir, que no integran tantos aspectos en las proyecciones, su éxito ha despertado interés por la combinación de la preservación del patrimonio arquitectónico, la tecnología de vanguardia y la participación comunitaria que ofrece un modelo inspirador que podría revitalizar los entornos urbanos a lo largo y ancho del país.
La Peni es un testimonio del poder transformador del arte, la tecnología y la comunidad trabajando en armonía para dar nueva vida a un lugar histórico. Es un recordatorio de que, con visión y determinación, es posible convertir los espacios “olvidados” en joyas urbanas que enriquecen la vida de los habitantes de estas ciudades.