Estrategia: pesadilla empresarial o camino hacia el éxito

Por Honorio Hernández Monterrosa

En el ambiente empresarial es muy común escuchar la palabra estrategia como si se hablara de algo muy sencillo, que de así serlo, todas las empresas tendrían éxito en sus acciones. Creo que es algo muy importante definitivamente, pero que no debería de ser tampoco el dolor de cabeza de los líderes en las organizaciones. Pero entonces, ¿Qué puedo hacer para elaborar una estrategia que me permita alcanzar el éxito?, pero que a la vez no sea tan complicada que se vuelva un “pain in my head” y que nunca se lleve a cabo…

La respuesta es simple, pero como todo siempre hay un “truco” oculto.

Se habla mucho de que táctica sin estrategia no sirve y que estrategia sin seguimiento no funciona; y es cierto, pero antes de plantear “LA” Estrategia que nos llevará al éxito, debemos, como líderes de una organización, hacernos las siguientes preguntas:
1)    ¿Que quiero lograr?
2)    ¿Cuándo quiero alcanzar mi objetivo?
3)    ¿Con quien o quienes es que cuento para llegar a mi meta?
4)    ¿Qué elementos o herramientas necesito para que mi camino sea mas fácil?
Y tal vez lo mas importante es…
5)    ¿Para que quiero lograr lo que pretendo lograr?
Son preguntas de lo mas básicas pero que son la semilla de lo algún día será ese árbol frondoso de donde recolectemos los frutos de nuestro trabajo.

Una vez definiendo estos puntos ahora si es tiempo de reunirse con nuestros colaboradores mas sobresalientes y salir con un Plan bien establecido.
¿Es cosa fácil? Por supuesto que no. ¿ Es un tarea imposible? Ciertamente tampoco lo es.

Aquí un ejemplo de algo que en algún momento me sucedió y por razones de confidencialidad se cambiarán nombres y fechas.

“Tlapalería el OSO SA de CV”, no entendía o no sabía como definir su estrategia, por lo cual lo primero que hicimos fue hacernos las preguntas básicas.

Quería mas ventas ( que raro ) , para poder subir el valor de su empresa y mas adelante venderla y comprar una empresa mas grande. En este caso su meta no era vender mas, sino apreciar el valor para tener una negociación mas jugosa a la hora de vender.  Todo esto cambia la perspectiva.

Lo querían lograr en un año ( lo cual después de revisar estados de resultados nos dimos cuenta que no era factible y que tardaría otros 5 años en llegar al nivel deseado.

El equipo tampoco era de lo mas eficiente pues se habían acostumbrado a vender lo mismo y estaban definitiva y llanamente en su zona de confort.

Tampoco estaban abiertos a abrir su camino al marketing digital pues su mercado era mas bien de la vieja escuela.

En este caso la solución, aunque no fue fácil, tampoco fue complicada. Una vez entendiendo el problema surgieron varias alternativas.

Como diría mi padre, cualquiera puede encontrar el problema, pero sólo algunos encontrarán la solución. Y así fue. Encontramos varias soluciones definiendo equipos de trabajo, tiempos, metas concretas y alcanzables y sobre todo una Estrategia robusta.

Las Estrategias también tienen fecha de caducidad y la estrategia de hoy tal vez no comulgue con la estrategia de mañana, pero eso… es otra historia.