A menudo, cuando hablo con dueños de pequeñas y medianas empresas (PYMEs), me comparten una inquietud recurrente: ¿Cómo puedo competir por talento si no tengo los recursos de una gran empresa?
La saturación publicitaria representa un desafío crítico para las marcas, especialmente en mercados altamente competitivos como el de la Ciudad de México y otras grandes urbes