El reto para los directores de marketing
Estamos al borde del nuevo marketing y son pocos los que marcarán la diferencia aquí, la automatización, el internet de las cosas, marketing contextual, datos, realidad virtual, medios de pago, traen consigo el desafío de crear estrategias con herramientas nuevas y el reto de pensar diferente y rápido.
¿Quién se atreverá a fallar una y otra vez bajo este contexto?, ¿cómo conservaremos la confianza de nuestros clientes para ser una marca líder en la era digital? Todas estas nuevas tendencias tienen un gran impacto en el futuro de nuestro trabajo y se concretarán en nuevos negocios y nuevas posibilidades.
Algunas de las consideraciones que debemos tomar en cuenta en la planeación y ejecución de las próximas estrategias de marketing son las siguientes:
1. Los consumidores en el centro. Ellos son los que experimentan y viven los cambios, asimismo, determinan el alcance e impacto de nuestras estrategias. El consumidor evoluciona conforme interactúa con nuevas tecnologías, es mucho más dinámico y complejo. Ya no se trata de los valores de la empresa sino de los valores del cliente, por lo que tenemos que dedicar tiempo a escucharlo para hacer productos que cumplan con estas cualidades:
• Que lo inspiren y motiven
• Que sean convenientes y útiles
• Que hagan la vida más significativa
2. Hacemos productos para personas diferentes. La singularidad de nuestros clientes cobra relevancia. Celebramos la diferencia. Como consumidor queremos distinguirnos lo suficiente para destacar y no tanto para pertenecer, esto no significa que tengamos que hacer productos diferentes, pero sí explorar diferentes plataformas de comunicación y de interacción. La regla aquí es que cada interacción sea una posibilidad para conectar y construir el posicionamiento de la marca.
• Busca las plataformas en donde tus clientes interactúan y consumen información.
• Motiva a tu cliente a cambiar: El mayor competidor que tienes es el miedo que tienen tus clientes al cambio.
• Hacemos productos para nuestros clientes, no buscamos clientes para nuestro producto.
Debemos desarrollar nuevas habilidades como la comprensión y el manejo de la incertidumbre, cada vez que comprendemos algo ya se ha producido un nuevo desarrollo tecnológico.
3. Es mejor ser un “tecno optimista" que un "tecno pesimista”. ¿Vamos a esperar una crisis para aprender y comprender de nuevas tecnologías? Definitivamente no. A algunos los invade la emoción, a otros la inquietud y el miedo de perder el control, todas esas son emociones que podemos transformar.
Lo más importante de estos cambios, algunos más rápidos que graduales, es cómo queremos vivirlos, ¿estamos dispuestos a participar en la creación del nuevo marketing para un futuro tecnológico y automatizado?
Para ello debemos desarrollar nuevas habilidades como la comprensión y el manejo de la incertidumbre, cada vez que comprendemos algo ya se ha producido un nuevo desarrollo tecnológico, cómo nos vamos a equipar para responder a este nuevo desafío, pareciera que nunca acabaremos de aprender, sin embargo, quien lidera esa transformación tecnológica siguen siendo nuestros consumidores, ellos son los que aceptan y difunden las tecnologías, por lo que más que nunca hay que estar atentos de ellos.
4. El valor agregado está en la creatividad. No hay mejor valor agregado que la creatividad en nuestras estrategias. Todas las compañías, marcas, clientes —en igual o mayor medida— tendrán acceso a la tecnología y medios digitales, pero pocos destacarán a través de campañas creativas.
La automatización de la era se podrá hacer cargo de algunos procesos repetitivos y hasta aburridos de la administración del trabajo, incluso hacerlos más fáciles y seguros, la diferencia de nuestras campañas y estrategias estará en la creatividad.
Un director de marketing debe ser creativo y capaz de identificar, inspirar, colaborar, probar y experimentar para descubrir nuevos desafíos y soluciones a los problemas reales de personas reales.