El futuro de la innovación
La semana pasada se realizó el 49 Congreso de Investigación y Desarrollo, un evento del TEC de Monterrey, Campus Monterrey, en el que la Universidad se convierte en un espacio de intercambio de experiencias entre directivos, investigadores, profesores y alumnos, que reúne un coloquio doctoral, conferencias magistrales, talleres y presentación de proyectos de investigación.
Este año el evento contó con la presencia del rector de la UNAM, Enrique Graue, quien habló del futuro de la educación en México y la gran oportunidad de crecimiento que tiene el país. En el mismo sentido, participaron en el evento Bertill Andersson, miembro del Patronato de la Fundación Nobel; Alan Carsrud, de la Abo Akademi University; James E. Austin, de la escuela de negocios de Harvard y Alexei Pichardo, director de Medi Care Group, en diversos paneles de reflexión sobre el futuro de la Innovación en nuestro país.
En entrevista con medios especializados, Alan Carsrud comentó que la tecnología cambia cada vez más rápido: "hay motivos para mantenerse optimistas, pero es importante enfocarse en que los niños entre 6 y 12 años se incorporen a ecosistemas innovadores, que las mujeres se incorporen a estos ambientes, que sean parte de estas iniciativas, espero verlo pronto".
Por su parte, James E. Austin explicó que desde el punto de vista empírico, en los sectores en los que ha colaborado existe más interés en el tema de la innovación: "Se notan ya diferencias en la mentalidad de las empresas grandes y pequeñas, están más abiertas a tener un impacto social, ambienta, hay más apertura a colaborar entre los distintos sectores".
Austin mencionó que existe todavía la mentalidad gremial a corto plazo; esta es consecuencia de pensar en los informes financieros que se presentan cada tres meses. "Es necesario pensar en inversiones en largo plazo, todos los recursos humanos y financieros deben planearse a más largo plazo".
En el mismo sentido, Alexei Pichardo explicó que en México hay muchas comunidades que pueden pensar en formas de economía circular que puedan ofrecer recursos a sociedades en donde la innovación en procesos puede implementarse en forma gradual, pero de muy alto impacto en estos ecosistemas.
Finalmente, Alan Carsrud remarcó que era importante que las instituciones no fueran arrogantes: "algunas veces la tecnología más elevada no es la mejor: algunas veces entendiendo mejor a las comunidades es posible llegar a soluciones que se pueden mantener. Aplicar tecnologías autosustentables que puedan aplicarse a las regiones que más lo necesitan", concluyó.