Una experiencia de compra cinco estrellas gracias a la inteligencia artificial
La IA no es una promesa lejana para la publicidad. Ya está aquí, y todos hemos interactuado con ella de alguna u otra manera, consciente o no. Hemos preguntado algo a Siri o a Alexa, hemos establecido contacto con chatbots o chats automatizados en sitios web y hemos recibido e-mails que contenían recomendaciones de productos basados en nuestras compras anteriores.
Por Alessander Firmino, Director General de Criteo para América Latina
No hay dos experiencias de compra iguales. Cada consumidor comienza su búsqueda en un lugar concreto y, motivado por diferentes razones, procura adquirir un artículo específico. Algunas personas compran para sí mismas, mientras que otras lo hacen para regalar. La finalidad cambia, y, por lo tanto, los presupuestos destinados a tal efecto varían ampliamente.
Así como no hay dos personas que compren exactamente de la misma manera, no debería haber dos personas viendo exactamente el mismo anuncio... ¿Cómo podemos –los marketers digitales–personalizar los anuncios para que tengan relación con lo que cada persona necesita en cada momento, al tiempo que lo hacemos a gran escala, en el instante preciso y a través de varias plataformas? La respuesta es clara: gracias a la inteligencia artificial (IA).
La IA no es una promesa lejana para la publicidad. Ya está aquí, y todos hemos interactuado con ella de alguna u otra manera, consciente o no. Hemos preguntado algo a Siri o a Alexa, hemos establecido contacto con chatbots o chats automatizados en sitios web y hemos recibido e-mails que contenían recomendaciones de productos basados en nuestras compras anteriores.
Todo esto ya es un gran comienzo, pero todavía hay mucho más que la IA puede hacer para elevar la publicidad y llevarla al siguiente nivel. En especial, puede ayudarnos a personalizar al máximo cada elemento de un anuncio, de manera que sea híper-relevante y esté adaptado a medida para cada persona que lo vea.
La IA hace posible la personalización para millones de usuarios
La híper-personalización no es una utopía. Para un simple anuncio puede haber billones de variaciones, desde el tipo de texto hasta el color. El problema es que el cerebro humano no puede optimizar la personalización de un anuncio para millones –y mucho menos para billones– de compradores. En este sentido, es absolutamente necesaria la ayuda de una máquina para poder llegar a semejante nivel de híper-personalización.
El poder de la IA mueve montañas
La mayoría de los anunciantes cuentan con demasiados datos de los consumidores como para que un ser humano los pueda procesar sin ayuda, y aquí es donde entra en juego la IA. A través del uso del machine learning (aprendizaje automático), las soluciones de publicidad impulsadas por la IA pueden desenterrar los datos de un comprador de entre una montaña de data. Es más, también pueden analizar todos los demás datos disponibles sobre este consumidor, y no solo los de compra.
Gracias a la IA, podemos identificar al detalle cada paso en el recorrido de compra del consumidor, e incluso saber cómo ha interactuado con anuncios en el pasado. De esta forma, la IA puede ayudarnos a analizar su comportamiento y a detectar cambios repentinos a tiempo, y en cuestión de milisegundos.
La IA aprende por sí sola sobre la marcha
Cuantos más sean los datos a los que tengan acceso los algoritmos, mejores decisiones se podrán tomar. La publicidad impulsada por la IA recoge datos históricos basados en acciones y resultados, y los aplica a un modelo predictivo optimizado, el cual ayuda a predecir cuál es el anunció que producirá el mejor resultado.
Así, todo el feedback que se recoge acerca del rendimiento de cada anuncio permite definir con mayor precisión el algoritmo de IA. ¿Qué significa esto? Principalmente, que la IA puede observar la interacción de los consumidores con un anuncio y adaptarlo a ellos instantáneamente. Esta retroalimentación continua nos permite construir ese anuncio perfecto, que le transmite el mensaje indicado a un comprador específico y en el momento justo.
Objetivo: Cautivar a tus consumidores
Cuando un anuncio es híper-relevante, un solo impacto es mucho más efectivo que el provocado por varios anuncios ordinarios. Los anuncios híper-relevantes son increíblemente flexibles y son capaces de adaptarse de manera natural a las necesidades específicas del consumidor en un momento determinado, a tal punto, que prácticamente dejan de ser avisos publicitarios...
Podría decirse que, de alguna manera, los anuncios híper-relevantes se convierten en personal shoppers, ayudando al usuario a descubrir productos que estén en sintonía con su personalidad, sus gustos y sus necesidades. Y por si fuera poco, ayudan a inspirar a los consumidores, los cuales cada vez muestran niveles más bajos de lealtad a las marcas, fomentando así la construcción de lazos más fuertes y que se vean impulsados a regresar a por más.
¿Qué es lo que se viene en materia de IA?
Los anuncios híper-relevantes son sólo el principio... Creemos firmemente en que la IA va a cambiar la publicidad tal como la conocemos. Ofrecerá a los minoristas una visión mucho más acertada de millones de productos, hasta niveles insospechados. Ayudará a marketers y publicistas a entender exactamente lo que quieren los clientes, de instante en instante. Y facilitará que las marcas puedan personalizar cada una de sus interacciones con los clientes.
Finalmente, la IA nos permitirá a todos entender mucho más profundamente qué es lo que cautiva verdaderamente a los consumidores, para así poder ofrecerles una experiencia de compra única, tan única como lo es cada uno de ellos.