7 trucos de imagen que se emplean en los negocios online
Por Bárbara Aucejo, Fundadora y directora de la firma de imagen pública Qué Bárbara
Los últimos meses estamos viendo crecer el número de negocios que se están adentrando en la venta online de sus productos o servicios y/o el interés de muchos profesionales que quieren hacer de su persona una marca que les permita poner cara y sentimientos a un producto, que en ocasiones puede ser físico con envío a domicilio o 100% online, con la venta de servicios profesionales en línea.
Hay muchas fuentes de ingreso en línea, las más comunes son:
- Cursos en línea (presenciales o descargables)
- Ebooks
- Clases en vivo individuales o grupales
- Coaching grupal o individual
- Tienda online
- Evento online
- Membresías
Todas estas fuentes de ingresos tienen sus estrategias de venta, basadas en proyectar una imagen de necesidad de los mismos en aquellos que estén expuestos a su comunicación. Estas estrategias de venta pueden verse como trucos de imagen que debes tener en cuenta a la hora de diseñar tus productos para aumentar la facturación online de tus servicios.
Todo lo contemplado a continuación, impacta en la imagen que proyectas en tus seguidores. Muchos de estas mañas o habilidades son practicadas a veces de forma genuina, otras de forma artificial, para generar una imagen de urgencia, ocupación, o disponibilidad, que suponen un efecto llamada inmediado en el consumidor.
Estas son las mañas que se pueden detectar que tienen en común muchos profesionales a la hora de vender sus productos o servicios de manera online:
- Aparentan tener muchos clientes, de distintas partes del mundo, e incluso listas de espera para acceder a sus servicios. Esto lo comunican a través de testimonios con foto de la persona y comentario entrecomillado.
- Ponen mucho énfasis en el diseño gráfico del contenido que venden online: sus ebooks son atractivos; si venden productos físicos de forma online, estos tienen un packaging estéticamente cuidado; si venden membresías online, la información sobre las mismas es clara, convincente y tiene muchas llamadas a la acción o botones de compra con colores estratégicos, llamados ‘’call to action’’ en el lenguaje en línea.
- Sus cuentas en redes sociales rondan las 5 cifras, a veces reales; otras comenzando con seguidores fake que atraen a los seguidores reales, porque la gente atrae gente.
- En programas de mentoría abren pocos lugares y le ponen una fecha límite para inscribirse, eso indica que su tiempo como profesional es limitado, tanto por la dedicación en horas a cada mentee, como por el tiempo de espera que va a destinar para iniciar el programa con los pocos privilegiados que se decidan a comprarlo.
- Aportan bonus con grupos privados en Facebook o en Whatsapp que se convierten en un regalo a modo de red de apoyo y empatía en la que encontrar otras personas que se encuentran en la misma situación y a la vez eso da confianza al comprador de que no fue el único que picó el anzuelo de venta.
- Utilizan pluggins o aplicaciones tipo Calendly para hacer pública su ocupada agenda, con la excusa de facilitarle la reserva de fecha y hora para una sesión de coaching individual.
- Ponen cupo limitado a los eventos online, tipo webinar o similar, para proyectar una sensación de privilegio en el interesado; esto a algunos les ayuda a controlar el soporte de una cantidad masiva de personas conectadas en un mismo momento a una misma plataforma.
El uso generalizado de estos trucos tarde o temprano podría impactar en la credibilidad de quienes los aplican, porque lo que se vuelve masivo, se vuelve predecible y lo predecible se vuelve poco atractivo.
Esperemos que el negocio de las ventas online se siga reinventando para no caer en patrones que mermen la confianza del consumidor y eso impacte negativamente en quienes solo aplicaron los pasos, no tanto por un tema de apariencia, sino porque son las técnicas a las que el consumidor online está acostumbrado y son las que hasta el momento le han demostrado confianza.