Cómo crear una estrategia de marketing emocional

Por Martha Elizalde Durán, académica y consultora de la  Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México

Las marcas deben entender que cubrir necesidades afectivas de sus consumidores y su segmentación debe ser uno de sus principales objetivos.

Cómo crear una estrategia de marketing emocional
Martha Elizalde Durán, académica y consultora de la  Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México

Para poder hablar de marketing emocional es imprescindible hablar primero de las emociones. Una sencilla definición es por ejemplo plantear que las emociones son el motor que mueve la sociedad, las que humanizan y activan a las personas y por ende a la sociedad. Somos seres más emocionales que racionales, las experiencias y los momentos son un eje que nos impulsa a actuar.

Así que las marcas deben entender que cubrir necesidades afectivas de sus consumidores y su segmentación debe ser uno de sus principales objetivos a considerar dentro de las estrategias de marketing con la intención de lograr un vínculo afectivo con usuarios, consumidores, clientes y futuros clientes, para que estos sientan la marca como algo propio y necesiten ser parte de ella.

Pero en una sociedad en la que los usuarios cada día somos más exigentes, el trabajo de las marcas es, en consecuencia, cada día más complicado. Además, no olvidemos que estamos en la era digital, donde la inmediatez está a la orden del día y, además, tenemos todos los recursos a nuestro alcance.

A continuación, comparto lo que a mi consideración son los 4 ejes del marketing emocional:

1. Vínculo afectivo marca - consumidor

Debemos pensar que sin el vínculo afectivo marca-consumidor, el marketing emocional sería inexistente.  Es esa relación o vínculo emocional que les haga vivir experiencias por ambas partes. Es decir, no solo el consumidor o cliente vive experiencias, también las marcas lo hacen a través de estos que, afortunadamente para las marcas inteligentes, sabrán sacarle provecho de esta retroalimentación  que el consumidor es capaz de dar. Aprender a comunicarse con los clientes de manera dialógica se vuelve fundamental.

2. Experiencias, historias, sensaciones y emociones

Esto es lo que nuestro público espera de nosotros como marca. Estamos en la era de la infoxicación, donde recibimos entre 5 000 y 10 000 (o más) impactos diarios de mensajes. Nuestro cerebro filtra lo que recibe y ante esta saturación, debemos marcar la diferencia con contenidos de valor para nuestros seguidores, usuarios, consumidores y clientes. Lo que pretendemos las personas es que nuestras lovemarks nos hagan vivir experiencias con sus productos, con sus servicios, con su publicidad e incluso con el empaque de alguno de sus productos. A través de las experiencias vivimos sensaciones y sentimos emociones. Y esto nos lleva a tomar decisiones.

3. Lovemark

Una lovemark debe enamorar, enganchar y quedarse en la vida de una persona. Pero hay que considerar siempre que lo que siente el consumidor hacia su lovemark es amor incondicional, hasta que llega otra marca que le enamora más. Así de simple. No nos olvidemos que la competencia la tenemos a un clic o segundos. Lo importante en este punto es que las marcas creen historias reales con las que nos sintamos identificados.

4. Mercadotecnia de contenidos

El marketing emocional no sería nada sin la de contenidos. Básicamente porque es el concepto que lo enmarca junto con el storytelling y valores como la sustentabilidad que cada vez son más exigidos por los consumidores.

La mercadotecnia de contenidos nos ayuda a entender qué quieren nuestros usuarios, sus necesidades y nuestro público objetivo. Gracias a esta estrategia de contenidos descubrimos cómo debemos mostrárselo a nuestro público. Los formatos, las plataformas, la frecuencia, en qué medida, etc., para que nuestro contenido les resulte interesante y, sobre todo, útil y con valor.

Llegados a este punto, entendemos esta estrategia como algo imprescindible dentro de nuestros planes para poder llegar al consumidor de forma afectiva y no agresiva, inmediata, pero no invasiva. Y con el dinamismo de la era digital en la que estamos inmersos.

Contacto: martha.elizalde@anahuac.mx