4 formas de adaptar plataformas low-code para acelerar la transformación digital en tu negocio

Por Daniel Lereya, VP de investigación y desarrollo en monday.com.

 

Más allá de la pandemia y el home office, nuestra forma de trabajar se está trasladando a una modalidad cada vez más virtual y digitalizada, lo que ha significado nuevos retos, consideraciones y oportunidades para miles de equipos de TI en todo el mundo.

 

Análisis

 

De hecho, muchas compañías ya han comenzado a adaptarse a esta nueva modalidad que demanda el sistema global, encontrando en las plataformas low-code o de bajo código una alternativa con la cual hacer frente a la colaboración de equipos mucho más dispersos, ya que permiten un desarrollo rápido y simple de todo tipo de apps o herramientas para optimizar nuestro flujo trabajo.

 

Gracias a estos sistemas es posible crear apps que agilicen procesos, automaticen tareas manuales y den seguimiento puntual a nuestros proyectos, empoderando así a cada equipo para trabajar como más les gusta en apenas unos cuantos clics. Se estima que para 2024 más del 65% de las apps empresariales serán desarrolladas a través de plataformas de bajo código.

 

No obstante, aunque su implementación parece extenderse cada vez más, comprender qué tipo de productos o soluciones son necesarios en la organización es la clave para adoptar con éxito una plataforma de bajo código que impulse la transformación digital en el negocio.

 

Como encargado de investigación y desarrollo de tecnologías superviso el desarrollo de funciones de bajo código todos los días y, desde mi punto de vista, esto es lo que los gerentes de TI deben buscar al adoptar una nueva plataforma de este tipo:

 

Compatibilidad entre dispositivos

Hoy más que nunca, los colaboradores están saltando entre un portátil, un monitor, un teléfono y una tableta, por lo que el trabajo continuo y responsivo es fundamental.

 

Las soluciones deben conectarse en todo su ecosistema de aplicaciones, integrándose con todas las herramientas y extrayendo la mayor cantidad de datos posible para agilizar su trabajo.

 

Almacenamiento y servidores

Un mejor almacenamiento hará que nuestras aplicaciones escalen mejor. Por ello es mejor optar por plataformas que alojen el código en sus propios servidores. Si la plataforma aloja y ejecuta su código, no hay necesidad de preocuparse por los problemas tradicionales de las operaciones de desarrollo.

 

Esto también significa que las aplicaciones serán más fáciles de compartir con otros, ya que el código está alojado en el propio servidor de la plataforma.

 

Datos y análisis

Disponer de un buen sistema para medir el uso que damos a estas herramientas es fundamental para entender qué características o elementos del software son fáciles de usar y dónde hay margen de mejora.

 

Con ello, los usuarios pueden eliminar tareas repetitivas como la recopilación de datos, el envío de correos electrónicos, notificaciones a los equipos, etc. Al automatizar este tipo de acciones con una plataforma de bajo código, se pueden obtener datos precisos para mejorar las apps y flujos de trabajo cada vez más eficientes.

 

Procesos mucho más inteligentes

Empezar a utilizar una plataforma de código bajo llevará algún tiempo. Por ello lo más importante es asegurarte de entender las necesidades de tu organización. Al adoptar un software de bajo código, es importante  capacitar al resto de los managers para convertirse en “desarrolladores”, independientemente de los conocimientos técnicos que tengan.

 

Esto no sólo agilizará el flujo interno de los equipos, sino que los habilitará para trabajar en equipo desde un punto de vista más tecnológico, ayudándoles a encontrar la solución adecuada a sus necesidades de colaboración.

 

A diferencia de hace apenas unos años, la transformación digital en las empresas está siendo más simple y accesible que nunca, siendo las plataformas de bajo código las herramientas que están al frente de toda esta revolución, al permitir a las compañías crecer en la dirección correcta y de forma escalable; todo gracias al uso de herramientas tecnológicas adaptadas a sus necesidades.