Biometría de voz, el candado para la protección de datos de las empresas

Por Bibiana Tellez

Biometría de voz, la tecnología para autenticar usuarios a distancia, crecerá 3 veces en Latinoamérica y alcanzará $3.9 mil millones para el 2026.

Bibiana
Imagen: cortesía

 

Con opciones tecnológicas como Siri o Alexa, sin darnos cuenta nos convertimos en usuarios de la biometría de voz. La traducción literal de la palabra es “bios” de vida y “metron” de medida, por lo que se define como la aplicación de métodos matemáticos para reconocer rasgos físicos o de comportamiento humano, que llevados al terreno de la ciberseguridad sirven para reconocer a los usuarios y proteger su identidad. 

Los teléfonos móviles son quienes poco a poco nos han llevado por el camino de la “biometría”, desde aquellos que reconocen nuestro rostro o huella dactilar, hasta los que siguen instrucciones por nuestra voz.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Estados Unidos indica que estos métodos pueden vigilar no sólo puntos anatómicos o fisiológicos, también verifican la conducta, lo cual hace que cada persona tenga una “medida” propia. 

Respecto a la manera en que los equipos registran los datos, el proceso se divide en dos pasos, el primero es el registro de las características biológicas del usuario, para convertirlas en una especie de plantilla, almacenarla y separarla o “identificarla” del resto de los usuarios, de tal manera que se complementa con otras tecnologías como contraseñas, número de identificación personal o tarjetas. Si bien el uso de huellas dactilares o de rostro fueron en su momento los biométricos más populares, la que actualmente tiene mayor crecimiento es la biometría de voz. Las razones son sencillas, en un dispositivo móvil no se necesita de cámaras; por ejemplo, sino del propio micrófono en el que se emiten las llamadas; además de que ante cambios históricos como la pandemia que nos llevan a usar cubrebocas y tapan el rostro, la voz se mantiene intacta.

 Un extra que tiene la voz, según las especialistas Erica Itzel Landa Juárez y Ruth Rosalía Olvera Palma, autoras del “Estudio de Antropología Biológica”, es que la identificación sonora también revela aspectos específicos de cambio según los estados emocionales.


 La facilidad de uso y la comodidad en los procesos son ventajas que se le dan al usuario; mientras que a las empresas que implementan una biometría de voz, por ejemplo, se les reduce la vulnerabilidad a ataques de software. “La especialización de estos sistemas reduce la posibilidad de cracking, hay poca probabilidad de pérdida o robo dado que la clave de acceso es uno mismo”, explica Humberto Pertuz, fundador de Vozy, startup que desarrolla soluciones de voz basadas en inteligencia artificial.  Pertuz indica que, en Latinoamérica, el mercado de biometría de voz podría triplicar su tamaño en los próximos 5 años. A nivel global, Mordor Intelligence estima que este mercado rebasará los 27 mil millones de dólares.

 


El fundador de Vozy también mencionó que países como México, Brasil y Colombia van a la cabeza de esta adopción, y su uso corporativo crecerá principalmente ante la creciente demanda de sistemas para la detección y prevención de fraude, en especial dentro del sector financiero, banca y seguros; así como la necesidad de reducir costos y mejorar la experiencia de usuario.Conforme aumenta la digitalización del sistema financiero, también cambian y se incrementan los mecanismos de fraude, el robo de datos ha permitido el acceso a cuentas bancarias alrededor del mundo y se ha hecho necesario implementar nuevas capas de seguridad para todo el sistema financiero, la biometría de voz permite a bancos y entidades financieras el identificar a una persona a partir de su huella de voz.

México ocupa el octavo lugar a nivel mundial en robo de identidad, de acuerdo con el área de Soluciones de Ciber e Inteligencia para América Latina de Mastercard. Esto dio pie a que desde marzo de 2020 exista una ley en la que te piden tu huella dactilar para operaciones bancarias como apertura una cuenta o para pedir un crédito.  Y aunque el reconocimiento de voz no es todavía un punto “obligatorio”, ya se usa en diversas actividades bancarias, como para automatizar movimientos básicos como saber cuánto tienes de saldo en tu tarjeta, cuándo debes realizar un pago, cuáles son los cajeros más cercanos o cuál es tu clabe interbancaria. 

 En una época como la actual, donde la sana distancia es primordial, la entrada de estas tecnologías disminuye el flujo de clientes a sucursales y por tanto permite que los ejecutivos atiendan otros procesos. La biometría de voz ya no es una tecnología del futuro, es una de las soluciones de mayor crecimiento y de interesante estudio.

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