Problemas financieros: ¿cómo resolver el sobre endeudamiento?
Por Javier Salmerón, Country Manager de Bravo.
El sobreendeudamiento es una problemática común entre millones de mexicanos y se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza de las finanzas personales. Y es que actualmente existen importantes desafíos a enfrentar en este terreno. Sobre todo si observamos que más de la mitad de los hogares del país tiene deudas, de los cuales 60% debe en tarjetas de crédito y 19% en créditos de nómina, de acuerdo con datos del INEGI.
Así, deber algún tipo de crédito se traduce en una especie de limbo a menudo mal visto, con una serie de mitos, prejuicios e intranquilidad. Cuando un deudor parece entrar a una ‟lista negra” de morosidad crediticia, esa experiencia se puede traducir incluso en efectos negativos para su salud física y emocional, más allá de la puramente financiera. Al respecto, algunos estudios han revelado cómo los adultos endeudados son tres veces más propensos a tener un trastorno mental común, incluída la depresión, que los adultos sin deudas.
En su sentido inverso, el financiamiento formal y sano a través de un crédito bancario, tarjeta de crédito o algún crédito de vivienda u otra institución financiera se traduce en un motor importante para el desarrollo de la economía, pues permite que las empresas y personas puedan acceder a los recursos para llevar a cabo sus actividades, planificar su futuro, expandir sus negocios o alcanzar sus metas financieras, según revela el reporte ‟El crédito en México”.
¿Cómo revertir una mala situación crediticia?
Por todo lo anterior es que urge comenzar a revertir este fenómeno de la morosidad por todos tan temida. Ponerlo sobre la mesa y actuar en consecuencia. Uno de los consensos es que una solución real a los problemas financieros de las personas es impulsar una educación accesible para todos que brinde conocimiento y derribe mitos sobre el tema. Hacerlo disminuye el hecho de que el 79.5% de los adultos no lleva un registro de sus gastos (no hace un presupuesto familiar); contra sólo el 11.5% que siempre lo hace y un 9% que lo realiza solo algunas veces.
Por ejemplo, uno de los errores más comunes es la creencia de que estar en el Buró de Crédito significa algo negativo, que equivale a una lista negra de deudores a las que ningún banco les quiere prestar dinero. En realidad, el Buró de Crédito es una entidad crucial en el ámbito financiero al desempeñar un papel fundamental en la evaluación de la salud crediticia de los ciudadanos en México. En términos simples, se encarga de recopilar, almacenar y proporcionar información detallada sobre los historiales crediticios de las personas, brindando una visión completa de cómo han manejado sus compromisos financieros a lo largo del tiempo.
Así, mantener un historial crediticio positivo es fundamental para acceder a oportunidades financieras favorables, mientras que problemas en el manejo crediticio pueden tener repercusiones negativas en la capacidad de obtener financiamiento en el futuro. Por lo tanto, es importante estar consciente de la importancia del Buró de Crédito y mantener un control responsable de nuestras obligaciones financieras para asegurar un futuro financiero sólido.
Nuevas alternativas se hacen presentes
Otra de las salidas al embrollo de las deudas crediticias son las reparadoras de crédito, las cuales brindan segundas oportunidades financieras a las personas que quieren pero no pueden pagar sus deudas. Su proceso consiste en realizar un análisis de la deuda total, la elaboración de un presupuesto para pagar y una negociación que contemple un descuento con el acreedor, dando así al consumidor el tiempo necesario para ahorrar y liquidar.
Una ventaja de las reparadoras de crédito es que brindan la información necesaria a los usuarios para cumplir su objetivo, ya que gracias a su experiencia y al tratarse de gestores especializados, permiten encontrar las soluciones ideales para liquidar las deudas pagando menos. Aquí, es importante destacar que una reparadora de crédito no presta dinero ni saca a los usuarios de Buró de Crédito, ya que esto depende del historial crediticio de este y sus atrasos en sus pagos, aunque al dar resultados le permiten al usuario, en un determinado plazo, volver a ser sujeto de crédito en un periodo de tiempo menor a lo esperado.
En conclusión, la morosidad es un problema que afecta a millones de personas y que no solo tiene implicaciones económicas, sino también impactos negativos en la salud. Para abordar este desafío es esencial promover la educación y desmitificar conceptos como el Buró de Crédito, alentando una gestión responsable de las finanzas personales. Además, las reparadoras de crédito emergen como una opción para quienes enfrentan deudas, brindando asesoría y negociando descuentos con acreedores. En conjunto, estos enfoques ofrecen una salida a la morosidad y la oportunidad de construir un futuro financiero sólido y saludable.