Diseño ético, la forma de reducir el impacto ambiental de los productos

Por: Daniel Arbeláez, Socio Líder de EY DesignStudio Latinoamérica Norte

El mundo se encuentra en constante evolución y buscando maneras para crear un mejor lugar para todos. Muchos de los cambios buscan reducir o detener los impactos que por años han impactado negativamente el medioambiente. Sin embargo, hoy la sociedad es más consciente de la responsabilidad frente a su entorno y el impacto que tiene. Esto implica un análisis, reflexión y postura más integral frente a los problemas e impactos que nos afectan a todos.

Diseño ético
Imagen: Pixabay

 

En el 2002, el Design Council ubicado en Reino Unido señaló que 80% del impacto de un producto o servicio en el entorno se gesta en las primeras etapas del diseño e incluso afirmó que, a pesar de los grandes avances que hemos tenido como sociedad, siguen existiendo muchas áreas de oportunidad para hacer de este mundo uno mejor. Probablemente es por esto por lo que el código de diseño ético considera como premisa la utilidad y el impacto de un producto dentro de la sociedad.

Esta comprensión de nuestra huella ambiental ha influido también en los hábitos de compra de las nuevas generaciones. De acuerdo con el análisis global EY Consumer Index (The CEO Imperative: Accelerate to get ahead of the changing consumer, marzo 2021, The CEO Imperative: Make sustainability accessible to the consumer, junio 2021), los consumidores esperan una actitud activista y responsable de las empresas sobre sus productos, servicios y experiencias. El 84% de los consumidores dicen que la sostenibilidad es importante al hacer sus decisiones de compra, 86% evalúan la cantidad de empaque, 55% consideran que deben impulsar a las empresas y organizaciones a tener mejores resultados sociales y ambientales, 73% estiman que las marcas tienen una responsabilidad de tener un impacto positivo en el mundo, mientras que el 80% cree que las marcas deben ser transparentes sobre el impacto que generan sus productos.

Todos los productos existentes tienen un sesgo en su diseño que los hace no aptos para toda la población, un claro ejemplo es el transporte público, el cual no fue pensado para personas con capacidades diferentes, o bien, algunos otros productos de uso cotidiano para personas zurdas. ¿Cuántos productos, servicios y experiencias fueron diseñados sin evaluar el impacto que estos podrían tener en la sociedad o en el medioambiente? Popotes o bolsas de plástico que fueron creados para resolver una necesidad inmediata, sin considerar las implicaciones ambientales a futuro. 

Los diseñadores deben guiarse por el diseño ético para trabajar proyectos en conjunto con sus colegas, clientes y otros actores, para crear valor tomando en cuenta el servicio o la experiencia antes, durante y después de su lanzamiento al mercado.

Ante las nuevas exigencias de los consumidores, las empresas requieren desarrollar una visión integral para la creación y el desarrollo de productos, incorporando el diseño ético que parte de cinco dimensiones estratégicas: usabilidad, inclusión, privacidad, transparencia y sostenibilidad, para de esta forma garantizar productos y servicios que puedan durar más tiempo y se ajusten a las características que se están buscando actualmente en el mercado.

En EY creamos DesignStudio para acompañar a las organizaciones en esta ruta, reiterando nuestro compromiso de diseñar un mundo mejor mediante el poder de las personas, la tecnología y la innovación, sin dejar de lado los principios y valores éticos en cada uno de los diseños y soluciones que se ofrecen a los clientes.