La ética en la pornografía de la pobreza

Por Martha Elizalde Durán, académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México.

Se entiende como pornografía de la pobreza a cualquier tipo de contenido, ya sea escrito, visual o audiovisual, que explota la condición de pobreza, para generar, a través de los mensajes, la suficiente compasión. indignación o compromiso con una situación tener más impacto, aumentar las donaciones o el apoyo para una determinada causa.

La ética en la pornografía de la pobreza

Eso hace que muchos de nosotros nos sintamos incómodos, desconectados y culpables, posiblemente generando un conflicto entre hacernos de la vista gorda y volver a publicar estas imágenes con la esperanza de que al compartir imágenes del sufrimiento humano ilumine a otros acerca de la pobreza.

Continuamente vemos este tipo de imágenes en campañas de mercadotecnia social. Diversos problemas sociales como la pobreza, la trata, la violencia de género, el trabajo infantil, por decir algunos, son retratados con imágenes crudas donde por un lado se pretende sensibilizar, pero se puede fácilmente caer en un tema de atentar contra la dignidad de las personas retratadas.

Muchas campañas de marketing social enfocadas en la lucha contra la pobreza caen, sin querer, en la denominada pornografía de la pobreza. Con la intención de buscar donativos exponen las situaciones de una manera cruda, por no decir a veces cruel. Sin duda estas imágenes impactan y pueden llevar al objetivo deseado, pero en el camino puede haber muchas opiniones encontradas. La sutil línea en estos mensajes puede llevar a un debate ético.

La ética en la mercadotecnia consiste en tomar decisiones de marketing moralmente correctas, teniendo en cuenta no solo el beneficio empresarial sino la perspectiva moral y los alcances sociales de sus acciones

Existen algunos organismos que han intentado regular algunos aspectos sobre esta práctica, tal es el caso de la Coordinadora de ONG’s en España (CONGDE) que desde hace años emite recomendaciones y hasta sanciones a algunas campañas españolas de mercadotecnia social. Uno de los ejemplos más claros fueron aquellas campañas de Anesvad (ONG española) famosa por sus agresivas campañas en contra de la lepra, la trata y la pobreza en la india y en sureste asiático. 

Una de las estrategias para poder mediar en este tema es que haya un liderazgo respaldado en un Código de Ética para estos mensajes el cual debe de ser previamente consensuado entre los diferentes actores en una campaña: fundaciones, agencias de publicidad, medios de comunicación y beneficiarios.

La pornografía de la pobreza lleva al límite la explotación consciente de la desesperación, sugiriendo que aquellos que viven por debajo de la subsistencia llevan una existencia lamentable y miserable.

Sin embargo, aunque hay innumerables historias de angustia entre las personas con mínimos recursos, puede surgir la pregunta ¿hasta qué punto son estas campañas, éticas, necesarias y útiles?

Es cierto que este tipo de publicidad o marketing funciona como un método para hacer llegar el mensaje de esta situación a un público que puede, de otra manera, ignorar el problema. Puede haber una respuesta inmediata al trocarse fibras sensibles. Sin embargo, a largo plazo, puede no alentar a la gente a pensar en los desafíos sistémicos de acabar con la pobreza y por decir algo “acostumbrarse” a estas imágenes.

Sigamos buscando comunicar, impactar y sensibilizar, pero no caigamos en mensajes que claramente exploten los problemas sociales. Busquemos también generar mensajes donde se expongan los logros, la situación digna y la lucha de las personas por salir de la pobreza.

 

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Correo: martha.elizalde@anahuac.mx