El mito del valor “justo”
Por Samuel Montañez, profesor de Finanzas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Mi carrera profesional me ha llevado a desempeñarme como banquero y luego como especialista de psicología industrial y académico. En esta segunda etapa me he desempeñado como coach de carrera. La principal red social donde nos desenvolvemos los que estamos en este giro es LinkedIn. En esta plataforma, he visto ya un sin número de veces la noción de que a tal o cual persona no se le paga lo “justo”. También en mi profesión como orientador vocacional he escuchado, muchas veces, las quejas de los padres sobre el salario de los hijos porque no se les paga lo “justo” por sus estudios. ¿Pero de dónde viene esta creencia?
Viene de la creencia de que el valor de las cosas, traducido como el precio que las personas están dispuestas a pagar, dependen de sus costos. Por ejemplo, si los padres de familia invirtieron un elevado monto de dinero en los estudios de sus hijos, esperan que él o ella gane un salario proporcionalmente igual o mayor al valor de la inversión en su educación. Otro ejemplo es un trabajador que colabora en una empresa, con un salario determinado y por la pandemia se queda sin trabajo. Posteriormente, recibe una oferta un poco menor en otra empresa del mismo sector. Considera por consecuencia que el salario que le ofrecen es un abuso y no se le paga lo “justo”. Históricamente, esta forma de pensar fue formalizada por el filósofo Karl Marx en la teoría objetiva del valor donde él argumentaba que el trabajo en sí mismo genera riqueza y el dueño de la empresa genera una utilidad sustrayendo el plusvalor del trabajador.
Dicho plusvalor puede ser entendido como los dos ejemplos antes mencionados, el dueño de la empresa les paga menos a los trabajadores de lo “justo” y es así que les “roba” la riqueza. Es verdad que existen empresas monopólicas u oligopólicas en muchos países, especialmente en países subdesarrollados, creadas a partir de relaciones políticas y no por mérito, que pueden caer en prácticas abusivas debido a las ventajas artificiales que tienen. Sin embargo, en el capitalismo, donde las empresas ganan solo si generan un producto o servicio valioso a sus clientes, la forma en que se generan los precios es a través de la teoría subjetiva de valor. ¿Qué quiere decir esto? Significa que el trabajo no tiene ningún valor objetivo, aunque a veces nos gustaría que así fuera, el valor de las cosas es subjetivo a cada individuo o empresa sujeto a cada situación. Por ejemplo, Cristiano Ronaldo tiene un valor de cientos de millones de euros para equipos de futbol soccer. Sin embargo, si Cristiano Ronaldo pidiera trabajo en un equipo de futbol americano probablemente no lo contratarían, o sea que vale cero, ya que no puede aportar mayor valor en ese deporte con sus habilidades. Igual para algunas personas será válido pagar miles de pesos por una botella de vino mientras que para mi el valor es cero ya que no consumo alcohol. En un libre mercado donde hay competencia el precio se establece a partir del valor que le aporta a cada individuo en cada situación, y la riqueza se genera solo en el intercambio. El trabajo puede tener un valor personal pero no genera riqueza en sí mismo, esta se genera solo en el intercambio.