Posicionamiento competitivo en la era digital: el valor del talento humano

Posicionamiento competitivo en la era digital: el valor del talento humano 

 

Por: Rodrigo Marbán*

 

La transformación digital es un fenómeno que ha obligado a pequeñas y grandes empresas a replantear sus estrategias operativas y de organización para mantenerse a flote en el mercado, en especial durante el periodo que duró la pandemia. Aunque esta digitalización se venía anunciando desde hace algunos años, la emergencia sanitaria aceleró este proceso de cambio, pues negocios y compañías tuvieron que adaptarse y valerse del teletrabajo y las herramientas tecnológicas para sobrevivir. 


Posicionamiento competitivo en la era digital: el valor del talento humano
Posicionamiento competitivo en la era digital: el valor del talento humano

Esta era digital ha provocado que las nuevas generaciones busquen condiciones laborales más flexibles, pero al mismo tiempo, las compañías se enfrentan al reto de mantener la excelencia en sus productos y servicios, lo cual no siempre es fácil, sobre todo cuando se trata de negocios que tienen una operación relativamente compleja. 

 

Ciertamente, un trabajo de oficina de 9 a 6 ya no es la máxima aspiración de las personas más talentosas y capacitadas. Pero también es cierto que, en empresas ya consolidadas, los esquemas de trabajo completamente remoto pueden llegar a representar una barrera para el aprendizaje colaborativo y para la formación de nuevos liderazgos en la organización si no se implementan de una manera efectiva. 

 

Como líderes empresariales, es importante que sepamos leer las necesidades de nuestros equipos de trabajo, así como la situación actual y las perspectivas de nuestras empresas, para así emprender estrategias adecuadas para lograr el éxito de esta transición. Sin duda, los recursos financieros y tecnológicos que las empresas dediquen a la capacitación de sus colaboradores será un factor clave de éxito.  

 

En este sentido, algunas compañías han renovado sus modelos de negocio; sin embargo, continúan enfrentándose a algunas dificultades para fidelizar su fuerza de trabajo: 

 

 Retención del talento. La fuerza laboral más influyente en estos momentos es la de los millennials y centennials, quienes están muy interesados en buscar compañías que les permitan crecer profesionalmente y balancear sus carreras con la vida personal. Para lograr el compromiso del equipo de trabajo con la compañía es necesario un liderazgo abierto al cambio constante, en el que las relaciones sean más horizontales y cercanas, de modo que se logren redes de colaboración efectivas. 

 

Capacitación del talento. Para conformar equipos que impulsen el éxito de un negocio, es necesario contemplar e incorporar nuevos perfiles profesionales, o bien, formar a los empleados para que cumplan con éstos. Herramientas como las plataformas de aprendizaje digital (e-learning) son ideales para formar personas y equipos para que cuenten con las competencias necesarias para el entorno digital. 

 

Comunicación efectiva. Ya sea que el trabajo sea remoto o presencial, la transformación tecnológica representa un cambio en la forma de comunicarse. En el caso del entorno interno, las redes sociales, así como algunas apps y plataformas de gestión de la comunicación, son un canal indispensable para fomentar la colaboración y optimizar la retroalimentación inmediata, sin obstáculos temporales ni espaciales. 

 

Atraer nuevo talento. Los candidatos ahora buscan tener una conexión con los valores de la empresa, por lo que será fundamental que ésta sea muy transparente y cumpla sus promesas. Para esto, es indispensable que los mismos empleados sean un ejemplo activo de lo que ofrece la empresa.  

 

Transicionar de una compañía tradicional a una digital no sólo significa valerse de recursos tecnológicos, también requiere una planificación estratégica para gestionar los recursos humanos. 

 

En esta era digital, las famosas “soft skills” o “habilidades blandas” serán más valiosas que nunca. En este entorno de hiperconexión y automatización tecnológica, justamente aquello que nos hace humanos – el discernimiento, la empatía, la creatividad, la capacidad de escuchar y de colaborar – será lo que marcará la diferencia en los nuevos liderazgos de las organizaciones. Paradójicamente, todo aquello que no se puede hacer con una computadora, es lo que en las décadas por venir tendrá el mayor valor estratégico para nuestras empresas. 

  

     

 

*Rodrigo Marbán es Socio Director de Transformación Digital de 

 

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