La ONG Save the Children hace un llamado para atender el tema de la vacunación infantil
México cuenta con uno de los esquemas de vacunación gratuitos más completos del mundo. Sin embargo, desde 2018 las coberturas se encuentran entre las más bajas de los últimos 20 años. De acuerdo con la ENSANUT 2021, tan solo el 27.5% de los niños y niñas de un año de edad tuvieron esquema completo. A esta tendencia se sumó la pandemia por Covid-19, ya que la población dejó de asistir a clínicas de salud a aplicarse las vacunas y 4 de cada 10 hogares de los estratos económicos más desprotegidos reportaron interrupciones en la aplicación de las mismas.
En el caso de la inmunización contra formas graves de tuberculosis (vacuna BCG), en 2020 la cobertura bajó hasta 28%, a pesar de que hasta 2018 esta vacuna contaba con una de las coberturas más altas (97.3%). Otras vacunas que presentan rezago importante a nivel nacional son la vacuna contra Hepatitis B con una cobertura de 56.7% a nivel nacional, seguida de la vacuna Pentavalente con un 70.1% de cobertura en niñas y niños de 1 y 2 años. Por su parte, la vacuna de neumococo presenta una tasa de 86.6% de cobertura a nivel nacional.
La vacunación es un derecho humano y debe garantizarse para todas las personas. En la primera infancia (0 a 5 años de edad), las vacunas son fundamentales para la supervivencia de las niñas y niños, ya que en esta etapa es necesario fortalecer su sistema inmune y formar anticuerpos contra enfermedades que podrían ser mortales. Cada año en nuestro país mueren poco más de 30 mil personas menores de 5 años de edad, la mayoría por causas prevenibles con intervenciones de salud como la vacunación. Durante 2019, la influenza y neumonía ocupaban el 3er lugar entre las causas de mortalidad en niñas y niños menores de 5 años de edad, y las enfermedades infecciosas intestinales, el 5to lugar.
Además de proteger la supervivencia y la salud de la niñez, la vacunación representa ahorros importantes para la salud pública, por ejemplo, disminuye hasta 75% los gastos de enfermedades provocadas por infecciones intestinales. También, protege al país frente a riesgos y amenazas en el ámbito de la salud pública, ya que de no contar con las coberturas recomendadas, el riesgo de brotes y resurgimiento de enfermedades es una amenaza latente que podría reflejarse en pérdidas humanas, pérdidas económicas, afectaciones en el desarrollo de las personas y sus familias, y un incremento en los gastos en salud tanto públicos como privados.
Entre las razones por las que las coberturas son tan bajas, destacan el abasto irregular de vacunas, las falsas contraindicaciones, mitos y creencias, los problemas de infraestructura como la red de frío, la complejidad y falta de transparencia en el proceso de compras de vacunas e insumos, así como la falta de un sistema nominal de seguimiento. De acuerdo con una encuesta levantada por Save the Children en comunidades del sur del país, las razón principal por la que niñas y niños no cuentan con sus vacunas es por la falta de los biológicos, también se ubican causas como la falta de tiempo de madres y padres para llevar a sus hijas e hijos a las unidades de salud, la falta de insumos o de personal para aplicar las vacunas, y causas relacionadas con COVID-19.
Por medio de un comunicado la ONG Save The Children hizo un llamado para atender y revertir los rezagos en la vacunación, así como a mejorar la infraestructura para el correcto abastecimiento de todos los biológicos.
En el mismo sentido, la organización hizo énfasis en la importancia de discutir y aprobar reformas legislativas como la iniciativa para reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, de la Ley General de Salud y de la Ley General de Educación, en materia de vacunación, que fue turnada a la Cámara de Diputados en la Comisión de Derechos de la niñez y la adolescencia.