Networking femenino. Cuando ellas dicen No.
Por Sharahí Zamudio, investigadora de liderazgo y directora general de Licuadora, agencia de soluciones integrales de comunicación.
Generar contactos es una habilidad que demandan empresas de todo tipo para ampliar oportunidades, generar alianzas estratégicas y fortalecer propuestas de mercado. Pero sólo 2 de cada 10 profesionistas mexicanas establecen acciones intencionadas para realizar networking.
Una sola palabra marca la brecha entre las mujeres que amplían sus redes de contactos y las que no logran hacerlo: No. Se trata de una palabra clave en el mundo laboral que pocas logran pronunciar. Ejemplifico:
Las mujeres generalmente absorben más demandas colaborativas en el lugar de trabajo respecto a sus compañeros masculinos. Existe una presión influenciada por estereotipos para ayudar a los colegas y ser un jugador de equipo. Hay cierta renuencia a adoptar papeles protagónicos y eliminar citas no esenciales de sus calendarios, desviar las decisiones y solicitudes de baja prioridad. No insisten en normas de correo electrónico eficientes ni reservan tiempo para la reflexión. Por ende, carecen de tiempo para generar tareas que refuercen su propia visibilidad.
Ahora, en organizaciones dinámicas, que requieren ajustes rápidos, las profesionistas deben ser más fluidas y firmes, enfocarse en quien puede ayudarlas a cumplir sus metas (y de la organización claro está), complementar habilidades dentro de su equipo, búsqueda de nuevas perspectivas, relacionarse con personas más eficientes. Anteponer los resultados, iniciar constantemente nuevas conexiones. Decir no a nexos que no suman.
Las networkers exitosas son más estratégicas y reflexivas sobre cómo pasan su tiempo y logran priorizar. Suelen rehusar, sin remordimientos. Saben decir no.
Las mujeres de mayor rango y mejor red se conectan con las personas en una amplia variedad de funciones, geografías y unidades de negocio. Se aventuran, exploran otras áreas, capacidades y equipos. No permanecen en su zona de confort. Se guían por una meta.
Las mujeres más exitosas acreditan sus conocimientos y habilidades; muestran evidencia de que pueden generar cambios y buenos resultados, simultáneamente, también usan el humor, la presencia y los pequeños gestos para señalar el cuidado y escuchan para estimular el pensamiento creativo entre sus colegas. Saben decir no a la falsa modestia.