¿Consumidores más conscientes?

Por Martha Elizalde Durán, académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México

Tras casi dos años de grandes cambios en el mundo es importante comprender el comportamiento y las nuevas necesidades de los consumidores que, sin duda, cambiarán la forma en que las marcas se posicionan y comercializan sus productos y servicios.

¿Consumidores más conscientes?
Martha Elizalde Durán, académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México

Sin duda cada vez se observa más el hecho de que los consumidores no caen dentro de grandes campañas de mercadotecnia tradicional interactuar con marcas con las que comparten valores y que cuentan la historia sobre el origen, procesos y quienes producen los artículos. Los consumidores buscan consumir de marcas con las que comparten valores y opiniones sobre temas importantes como el respeto a las personas y al medio ambiente.

Sin duda vemos que se consumen nuevas marcas más locales, con un storytelling basado en el origen y los procesos y sin duda se premia a la sostenibilidad. Se percibe más claramente el comportamiento de la sociedad que cree que las marcas deben rendir cuentas a los consumidores sobre su forma de producir y su sostenibilidad social y medioambiental. Como reflejo de esto casi la mitad de los consumidores a nivel global, ha dejado de apoyar a determinadas marcas con sus compras.

El confinamiento cambió, en gran medida los hábitos de consumo. Esto se ve reflejado en que gran parte de los consumidores probaron nuevas marcas al no poder acceder a los productos y servicios habituales. Una gran mayoría continuó haciéndolo una vez acabadas las restricciones y lo mantuvieron como un nuevo hábito, gracias a que estos descubrimientos respondían a la demanda de valores compartidos de los consumidores.

Bajo este contexto se vuelve preciso abandonar la postura de consumidor y empezar a actuar como ciudadano, la idea del bien común empieza a tener cada vez más presencia en los hábitos de compra. Es decir, asumir responsabilidades en nuestro comportamiento, al comprar en el supermercado, adquirir productos ecológicos, reusar, comprar de segunda mano o buscar opciones de reciclaje y tiene en cuenta aspectos éticos y ecológicos en sus decisiones de consumo.

Sobre todo la población más joven cada vez se compromete más con la idea de que su forma de comprar es una potente herramienta que puede cambiar el mundo. Sin embargo, aspectos como la falta de información real y comprobada, el precio, la accesibilidad o incluso la dificultad para encontrar empresas socialmente responsables hacen que consumir de forma consciente no sea tarea sencilla.

Cada vez encontramos más aplicaciones donde hay información comprobable que ayudan al consumidor a tomar decisiones de compra. Un ejemplo es Too Good To Go, una aplicación que llegó para luchar contra el desperdicio de alimentos. Una iniciativa que bajo el lema #Lacomidanosetira, permite a restaurantes, hoteles, supermercados, panaderías, fruterías, entre otros establecimientos, vender el excedente de comida diario al que no han dado salida para no tirarlo a la basura. Al mismo tiempo, esta aplicación da la posibilidad a los usuarios de salvar a través de la plataforma esta comida de calidad a precios reducidos para evitar su desperdicio y proteger el medioambiente.

Otra es Good on You, que recupera la información de miles de marcas en aspectos éticos como el respeto a los derechos humanos desde el origen de los materiales hasta el proceso de manufactura

La pandemia ha cambiado dónde pasamos nuestro tiempo, cómo pasamos ese tiempo y qué necesitamos para convertirlo en la mejor experiencia posible, hay más conciencia y los medios digitales crean nuevas necesidades de equipamiento, aspectos éticos, salud personal y pública y el cuidado del medio ambiente como drivers para el consumo y sin duda la mercadotecnia tiene que responder y dirigir esfuerzos cada vez más a eso.

Correo: martha.elizalde@anahuac.mx